Tratamiento
Uno de los aspectos más relevantes de la estética femenina y símbolo de la maternidad son los senos de la mujer. La apreciación visual del tamaño y disposición de los senos femeninos está estrechamente vinculada a factores culturales y étnicos.
Anhelar unos senos visualmente atractivos es una aspiración común, por lo que las alteraciones en su forma pueden tener impactos psicológicos que no deben menospreciarse.
Los senos son estructuras compuestas por tejido glandular, grasa y piel, sin apoyo óseo ni muscular. En consecuencia, su única sujeción proviene de la piel que los envuelve. Esto conlleva a que, en muchas ocasiones, la piel no pueda sostener por sí sola la firmeza de los senos, especialmente cuando son grandes y pesados.
La caída excesiva de los senos, también conocida como ptosis, se atribuye principalmente al exceso de volumen en la mama o a la atrofia de la glándula. Es común que, después de los embarazos y debido a la distensión de la piel, los senos experimenten un descenso.
La intervención quirúrgica de elevación mamaria implica elevar la areola y el pezón para dar forma y firmeza a los senos, logrando como resultado unos senos firmes y bien proporcionados.
Duración de la Intervención
El lapso en el que se ejecuta la operación de realce mamario varía según la técnica empleada, pero generalmente se sitúa entre 2 y 3 horas.
Hospitalización
La cirugía se realiza de manera ambulatoria, no requiere hospitalización.
Tipo de Anestesia
El realce mamario se realiza con anestesia general. En algunas ocasiones, cuando el realce es mínimo, solo es necesario sedar a la paciente y anéstesicos locales.
Efectos
Inicialmente, dependiendo de la técnica y del exceso de piel, pueden presentarse pequeñas asimetrías debido a la inflamación postoperatoria, aunque el efecto en la forma y la posición es instantáneo.
Resultados del Procedimiento
Tras la operación de realce mamario, la paciente notará que el resultado es inmediato y perdurable en el tiempo.
En que consiste el levantamiento mamario
Lograr una apariencia satisfactoria de los senos es un anhelo común, y las alteraciones en su forma pueden tener implicaciones psicológicas que no deben subestimarse.
Los senos están constituidos por tejido glandular, grasa y piel, careciendo de soporte óseo o muscular. Por ende, su única sujeción proviene de la piel que los envuelve. Esto conlleva a que, en muchas ocasiones, la piel no sea capaz por sí sola de mantener la firmeza de los senos, especialmente cuando estos son grandes y pesados.
La caída excesiva de los senos, conocida como ptosis, se atribuye principalmente al exceso de volumen mamario o a la atrofia de la glándula. Es común que, después de embarazos y debido a la distensión de la piel, los senos experimenten una pérdida de firmeza.
La intervención de elevación o levantamiento mamaria busca reubicar la areola y el pezón, dando forma y firmeza a los senos para lograr un aspecto firme y bien definido, sin necesidad de eliminar tejido mamario, a menos que el volumen sea excesivo, centrándose únicamente en la eliminación de piel redundante.
Beneficios
Los beneficios que tiene una cirugía de elevación de pecho son muchos y no solo estéticos. El pecho gana armonía, forma y proyección, de manera que se recupera la estética y feminidad del cuerpo, mejorando la imagen corporal.
También tiene beneficios funcionales porque hay pacientes amantes del deporte que tienen los pechos caídos e incomoda mucho a la hora de hacer running u otros deportes de impacto porque el pecho pivota fuera del cuerpo y, en este caso, lo que se haría es subir la mama integrándola en el cuerpo para que no moleste.
Los senos evolucionarán de forma natural con la edad, los cambios de peso y los cambios en la piel.
Preoperatorio
La cirugía de levantamiento mamario se presenta como un procedimiento de escaso riesgo, aunque, como en toda intervención quirúrgica, es imperativo llevar a cabo un examen médico previo y una valoración por anestesiología para identificar cualquier posible anomalía que pueda contraindicar la operación.
Este examen médico comprende:
1. Análisis de sangre para evaluar parámetros de coagulación, el estado del hemograma así como función renal, función tiroidea y los niveles de glicemia.
2. Radiografía del tórax (solo en casos en que el anestesiólogo lo considere necesario).
3. Electrocardiograma (mayores de 40 años o en casos en que el anestesiólogo lo considere necesario)
Si el cirujano plástico lo considera necesario, se recomienda, incluso en pacientes jóvenes, someterse a mamografías o ecografías previas para explorar la mama sin intervenciones anteriores y seguir un seguimiento adecuado posteriormente.
También es esencial que, antes de la intervención, el cirujano y el anestesiólogo estén al tanto de la medicación que la persona está tomando. El cirujano y el anestesiólogo indicarán la pauta a seguir.
Postoperatorio del levantamiento mamario
En términos generales, estos procedimientos tienen un postoperatorio muy llevadero. Puede generan un dolor significativo, y las molestias que puedan surgir pueden aliviarse fácilmente con analgésicos comunes.
El 95% de las pacientes salen del quirófano con un sujetador, y al día siguiente pueden ducharse sin inconvenientes, con un secado cuidadoso y aplicando crema en las cicatrices junto con gasas.
Se recomienda usar el brasier posquirúrgico durante el primer mes, incluso en pacientes jóvenes, ya que proporciona comodidad adicional: el pecho suele estar hinchado después de la intervención, y la prenda ofrece sujeción, aliviando y mejorando la recuperación. Además, durante las primeras 2 o 3 semanas, se aconseja dormir con él.
La recuperación es gradual; a partir del cuarto día, la persona puede regresar al trabajo si no implica actividad física, y progresivamente reincorporarse a sus actividades habituales hasta el primer mes, momento en el cual podría retomar la práctica deportiva.