Tratamiento
El área abdominal tiende a acumular grasa con mayor facilidad. Los embarazos, seguidos de distensión muscular y cambios de peso, junto con desequilibrios hormonales, contribuyen a la formación de un abdomen con apariencia poco estética o con deformidades.
La estructura del abdomen consta principalmente de tres componentes: la piel, el tejido adiposo subcutáneo y la capa muscular. Cualquier afectación en alguno de estos elementos puede resultar en una deformidad abdominal que, dependiendo del caso, requerirá un tratamiento más o menos complejo.
Los candidatos ideales para este tipo de intervención suelen ser personas que, estando cerca de su peso ideal, presentan depósitos de grasa en el abdomen y una piel flácida que no responde a cambios en la dieta o ejercicio. Esta cirugía es adecuada tanto para hombres como para mujeres, pero es especialmente beneficiosa para mujeres que, debido a embarazos, experimentan una distensión irreversible en la piel y los músculos abdominales.
El tipo de abdominoplastia a realizar (normal o mini) dependerá de las características específicas del paciente. El cirujano informará sobre la longitud final de la cicatriz, la cual varía según las particularidades del abdomen. Aquellas mujeres con planes de embarazo en el futuro deberían considerar posponer esta cirugía, ya que un nuevo embarazo podría volver a estirar la piel y los músculos abdominales.
En qué consiste
La lipectomía abdominal o abdominoplastia es una cirugía que implica separar y eliminar la piel y la grasa del abdomen mediante una incisión ubicada en el pliegue suprapúbico, por encima del pubis. Esta técnica permite que la cicatriz quede discretamente oculta por la ropa interior o el traje de baño. Además de eliminar la piel y grasa, esta intervención también permite reparar la musculatura abdominal para lograr un abdomen más plano y, en casos específicos, reducir la circunferencia de la cintura del paciente. La longitud de la incisión variará según la flacidez de la piel y el nivel de obesidad del individuo.
La duración de todo el procedimiento suele ser de aproximadamente 2 a 3 horas, dependiendo de su complejidad, pero generalmente la duración es de 2 horas. Después de la cirugía, la paciente utilizará un sistema de drenaje al vacío durante 24 o 72 horas, dependiendo del caso. Los puntos de sutura se retirarán al cabo de 2 semanas.
La operación puede realizarse con anestesia general o epidural, pero se prefiere utilizar anestesia general por comodidad del paciente.
Los beneficios
La abdominoplastia contribuye a recuperar un abdomen plano y a definir la silueta corporal. Esto devuelve la estilización a la cintura, fortaleciendo al mismo tiempo la musculatura del área abdominal. Con esta transformación, el paciente suele experimentar una mejora en su autoestima y se siente más seguro con su nueva apariencia.
Pre-operatorio
Como en todo procedimiento quirúrgico, la evaluación médica previa es crucial para identificar cualquier posible anomalía que pueda contraindicar la operación.
Los individuos fumadores que planeen someterse a una lipectomía abdominal deben abstenerse de fumar al menos dos semanas antes y otras dos semanas después de la intervención, ya que el tabaco puede tener un impacto muy negativo en el proceso de cicatrización de la herida y podría acarrear complicaciones mayores.
Post-operatorio
Después de la intervención, se recomienda reposar durante una semana y usar una faja alrededor del abdomen durante aproximadamente un mes. El retorno a las actividades habituales puede comenzar a partir de las dos semanas, y el paciente puede empezar a retomar gradualmente el ejercicio físico después de un mes.
Al retirar el vendaje, es normal que aparezca un edema postoperatorio que irá reduciéndose progresivamente. Por lo general, el resultado definitivo no es visible hasta pasados 3 o 4 meses. La sensibilidad en la zona intervenida se recupera gradualmente y puede tomar entre 6 y 12 meses para restaurarse por completo. La cicatriz residual después de una abdominoplastia queda disimulada en todos los casos por la ropa interior o de baño.
En lugar de bañarse, se aconseja tomar una ducha breve que no afecte la cicatriz postoperatoria. Durante los primeros días, es recomendable que esta cicatriz no entre en contacto con el agua. También es esencial mantener una dieta equilibrada y evitar aumentar de peso para no comprometer los resultados de la cirugía. Se sugiere realizar comidas pequeñas, pero con mayor frecuencia, para evitar la distensión del abdomen. En caso de estreñimiento, se pueden tomar laxantes para prevenir esfuerzos perjudiciales en la pared abdominal.
Como norma general, después de las cirugías estéticas se aconseja evitar la exposición al sol, así como la práctica de ejercicio o natación durante algunos meses. El paciente puede viajar tan pronto como salga de la clínica, aunque debe tener en cuenta que deberá regresar después de unos días para que el cirujano supervise su evolución y posteriormente para nueva revisión y retirar los puntos de sutura.
Estos cuidados posteriores son fundamentales para lograr un buen resultado.